Si has llegado hasta aquí, probablemente estés pensando en usar piedra para la construcción o decoración de algo que quieres que se vea mejor. Bien, en este artículo vamos a explicar qué tipos de roca son los ideales para conseguir unos acabados de gran calidad, además de estéticos. Por otro lado, si crees que es un tipo de material difícil de mantener correctamente y limpiar sin estropearlo, también vamos a darte unos consejos para el mantenimiento de la piedra, y verás que es más sencillo de lo que crees.

Qué tipos de piedra son los más recurrentes en la construcción

Para nuestros encargos seleccionamos los mejores minerales y piedras naturales que pueden emplearse en construcción, adaptándonos a las demandas del cliente. Hay muchos tipos de roca, pero los más comunes son los siguientes.

- Granito: Este tipo de roca es muy empleado en decoración por su bonito aspecto granular, debido a su origen ígneo, por eso solemos verlo embelleciendo encimeras o baños. Pero también es un material de construcción muy resistente para fachadas o adoquines, debido a su firmeza.

- Caliza: Es una piedra natural muy común en España, cuya mejor facultad es la de aislante térmico dentro del hogar. Se emplea en fachadas y tejados, y con el debido trabajo, también puede presentar unos acabados muy estéticos que revalorizarán cualquier vivienda. Además, las construcciones de este material son muy sencillas de mantener y limpiar.

- Pizarra: Es una roca metamórfica muy común en revestimientos y mampostería de piedra, puesto que su forma le otorga un aspecto antiguo y estético muy valorado en arquitecturas cuidadosas con el paisaje. Además, es un material altamente impermeable, que no necesita de gran grosor.

- Mármol: Qué decir que no sepas ya del mármol; es la piedra para la construcción más preciada. Se utiliza tanto para decoración como construcción, ya que se trata de un material tremendamente resistente; pero, además, posee ese brillo singular que embellece cualquier estancia del hogar.

Mantenimiento de la piedra para construcción

En primer lugar, debes saber que la piedra natural destaca por su fácil limpieza y mantenimiento. Para retirar la suciedad y el polvo, basta con agua y un poco de jabón que tenga pH neutro, o agua con unas gotas de amoníaco. Eso si, es muy importante que tengas en cuenta secar bien la superficie, ya que si no pueden quedarse manchas de humedad.

Para manchas más resistentes como el óxido, te recomendamos que uses limón y sal, para así evitar el uso de productos químicos que dañen el brillo de la roca. Por otro lado, para mantener y reparar grietas o piedras deterioradas, existen masillas y reparadores especializados para piedra de construcción, por lo que no tendrás que preocuparte más que de aplicarlos y seguir disfrutando de estos materiales tan útiles y estéticos.

¿Ya tienes decidido qué tipo de piedra emplearás? ¡Cuéntanos!